Texto introductorio

Texto introductorio
Los textos epigráficos siempre formaron parte de la cotidianeidad griega. De forma generalizada, la gente tenía la costumbre de dejar por escrito sus momentos vitales más importantes. De esto se evidencia la gran cantidad de inscripciones griegas que han legado a nuestros días. Las mujeres griegas fueron también productoras y consumidoras de estos escritos. Tanto en contextos funerarios, religiosos u honoríficos las vemos mencionadas, pudiendo así recuperar su memoria.
Grecia helenística
(texto introductorio)
Apiano (s. I-II d.C.)
Catón (III-II a.C.)
Estrabón (s. I a.C.-I d.C.)
Focio (s. IX d.C.)
Justino (s. II d.C.)
Silio Itálico (s I d.C.)
La religión romana estaba formada por un conjunto de cultos, creencias y rituales que marcaban no solo la vida diaria de las gentes sino el calendario romano al completo. Ya desde su origen, las mujeres disponían de un papel muy particular en ella, teniendo especial relevancia las vestales en la ciudad de Roma. También como devotas, recurrían de forma regular tanto a los cultos domésticos en los lararios, como a los templos, donde se encontraban divinidades femeninas tan populares como Juno, Minerva o la egipcia Isis.
Dionisio de Halicarnaso (s. I a.C.)
(texto introductorio)
Grecia clásica
Grecia helenística
Grecia clásica
Grecia helenística
Roma Alto Imperial (s. II d.C.)
Grecia helenística
(Texto introductorio)
Grecia arcaica
Grecia clásica
Grecia helenística
Roma Alto Imperio (s. II d.C.)
Pocas veces se ha tendido a observar y hablar de las mujeres que rodearon la figura de Alejandro Magno y que ocuparon un lugar importante en la vida del macedonio. Olimpíade, su madre, sus esposas Roxana, Barsine, Estatira, su nodriza Lanice, la reina persa Sisigambis, entre otras muchas. Mujeres que amaron o fueron amadas por el joven rey, con quien tuvo vínculos afectivos importantes y, otras veces, que sirvieron como pretexto o estrategia política para el vínculo entre diferentes pueblos o etnias.
Arriano de Nicomedia (s. I-II d.C.)
Diodoro Sículo (s. I a.C.)
Justino (s. II d.C.)
Plutarco (s. I-II d.C.)
Quinto Curcio Rufo (s. I d.C.)
Podríamos decir que con los filósofos presocráticos germinó lo que después sería la verdadera filosofía como ciencia. Es con ellos con quien se produce el paso del mito al logos y se intenta tozudamente encontrar explicaciones que no trasciendan la naturaleza ni busquen auxilio en ninguna intervención divina. La lista abarca desde Tales hasta Demócrito, un período, los siglos VI-V a.C., en el que se produjeron también condicionamientos sociales que propiciaron que la respuesta a la curiosidad -el origen, según Aristóteles, de la filosofía- pasara inexorablemente por el uso imperativo de la razón, es decir, por el paso del mito al logos.
Sócrates: filósofo ateniense (470-399 a. C.), hijo de Sofronisco y Fainarate, bajó, como nos recuerda Cicerón, la filosofía del cielo en la tierra, y con él y los sofistas la filosofía cambió su centro de interés desde la reflexión sobre la naturaleza (φύσις) a la reflexión sobre el hombre. Gracias a la obra de Jenofonte y Platón, entre otros, sabemos muchas cosas sobre la vida y la muerte de Sócrates, incluso que aprendió su método filosófico, la ironía y la mayéutica, gracias a la enseñanza de una mujer: la hetera Diotima de Mantinea, o que fue amigo de Aspasia, la compañera sentimental de Pericles, y según los autores clásicos maestra del filósofo en retórica (Platón, Menexeno 235 e; Jenofonte, Memorabilia II, 6, 6 – Plutarco, Vida de Pericles 24, 5; Ateneo, Convite de los sabios V, 219 b-219 e). Asimismo, no podemos olvidar que el arte de la mayéutica tiene muy parecido con la profesión de su madre: matrona (μαῖα o μαιεύτρια, entre otras muchas denominaciones).
Platón: filósofo ateniense (427-347 a. C.), discípulo destacado de Sócrates, e hijo de Aristón y Perictione, siguió la estela de su maestro y bajo la aparente defensa de una igualdad de los sexos perpetuó una concepción patriarcal y defensora de la superioridad natural de los varones sobre las mujeres. El hecho de que ésta fue la opción de Platón tiene una gran importancia para la historia de la mujer en la antigüedad, ya que el Académico se convirtió, junto con Aristóteles, en el filósofo en mayúsculas y, por tanto, su sombra fue tan alargada que incluso llega hasta nuestros días. Se le puede entender, que no justificar, por el hecho de que Platón sea hijo de su tiempo y, así, su concepción sobre la mujer no difiere demasiado de las ideas dominantes sobre las diferencias de los sexos en el Atenas del siglo V y IV a. C. A su favor, sin embargo, sí cabe destacar que en su obra no encontramos expresiones ofensivas contra las mujeres, ni la ira tan común del imaginario griego sobre el miedo que generan las mujeres, una emoción irracional que provoca en paralelo un sentimiento de rechazo y hostilidad contra el sexo femenino.
La reflexión filosófica de Aristóteles (384-322 a. C.) sobre la mujer es, sin duda, la que más influencia ha tenido a lo largo de los siglos, tanto por la importancia de quien fue considerado como el Filósofo, como porqué el Estagirita reflexionó sobre el papel y función de la mujer desde un punto de vista social y político, así como por su justificación de la subordinación femenina por razones de carácter biológico. En algunos aspectos continuó la reflexión de los filósofos presocráticos, pero en conjunto fue mucho más allá, en especial porque con él se inaugura la biología como ciencia, si bien dando un barniz de cientificidad a un buen número de prejuicios y tópicos sobre la inferioridad de las mujeres heredadas de la tradición misógina griega, presentando esta subordinación femenina a los hombres como algo justificado por la propia naturaleza.
(Texto introductorio)
Homero
Hesíodo
Apolonio de Rodas
(Texto introductorio)
Aristófanes (s. V-IV a.C.)
Ateneo de Náucratis (s. II-III d.C.)
Diógenes Laercio (s. II-III d.C.)
Elio Aristides (s. II d.C.)
Estrabón (s. I a.C-s. I d.C)
Dionisio de Halicarnaso ( s. I a.C)
Filóstrato (s. II-III d.C.)
Herodoto (s. V a.C.)
Jenofonte (s. V-IV a.C.)
Luciano de Samósata (s. II d.C.)
Máximo de Tiro (s. II-III d.C.)
Pausanias (s. II d.C.)
Platón (s. V-IV a.C.)
Plutarco (s. I-II d.C.)
Safo (s. VII-VI a.C.)
Teodoreto de Ciro (s. IV-V d.C.)